Un
motor de gasolina en el que vertimos diesel.
El
motor tendrá un comportamiento similar al que puede presentar cuando
se quema aceite del motor. Se observará humo blanco saliendo por el
escape y los residuos de diesel no quemado pueden encenderse dentro
de este elemento y muy posiblemente se afectarán las placas de radio
y platino que se encargan de absorber los contaminantes de la
combustión.
Además,
el aceite no quemado que pueda quedar como residuo en la cámara de
combustión podrá en algún momento empapar la bujía, haciendo
inoperante el sistema de encendido del vehículo y en este momento el
motor no podrá encender. Y si el vehículo tiene el catalizador en
mal estado puede sufrir pérdida de potencia debido a su obstrucción.
Para completar el problema, este daño emite gases nocivos que causan
daños irreparables al medio ambiente.
Un
motor diesel en el que vertimos gasolina.
El
motor diesel trabaja con una relación de compresión que es superior
a los de gasolina y los inyectores y la bomba de combustible tienen
la función de incrementar dicha relación de compresión. La
detonación será mucho antes de lo previsto, tanto que que sin
siquiera llegar la gasolina a la cámara de combustión, ésta podrá
auto-encenderse, generando así daños graves en el motor y en
ocasiones la destrucción completa del mismo.
Válvula
EGR
La
EGR es una válvula que hace que pasen gases quemados del escape a la
admisión para disminuir la temperatura de la combustión haciendo
esta menos potente y emitiendo menos Oxidos de Nitrógeno (es un gas
que daña a los ojos y el sistema respiratorio y contribuye a la
lluvia ácida).
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